El siglo XXI se inicia con la intensificación de la globalización de la economía y la sociedad, y, por tanto, con la ampliación de las relaciones económicas, políticas e institucionales entre los países. El proceso de globalización significa el aumento de la competencia entre las empresas y la creación de una nueva división internacional del trabajo. Dado que las empresas compiten dentro del entorno productivo e institucional del que forman parte, este proceso conducirá a la formación de una nueva organización del sistema de ciudades y regiones. A medida que se va definiendo el escenario de la globalización surgen formas más flexibles de organización de la producción y nuevos espacios productivos. Las empresas, las ciudades y las regiones más dinámicas e innovadoras ofrecen respuestas estratégicas a los retos que presenta el aumento de la competencia en los mercados. En este entorno de transformaciones económicas, organizativas, tecnológicas, políticas e institucionales, surge la teoría del desarrollo endógeno como una interpretación adecuada para el análisis y para la acción en.
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